lunes, 18 de febrero de 2008

III Encuentro Nacional de Investigación en Bibliotecología y Ciencia de la Información




El pasado 29 y 30 de noviembre, el Centro de Investigaciones en Ciencia de la Información de la Escuela Interamericana de Bibliotecología, realizó el III Encuentro Nacional de Investigación en Bibliotecología y Ciencia de la Información. Esta vez el objetivo fue "Generar un espacio de encuentro entre investigadores, docentes universitarios y profesionales vinculados a la ciencia de la información, al rededor de proyectos, avances, resultados y reflexiones de proyectos de investigación, posibilitando que los pares académicos visualicen, reconozcan y valoren los proyectos de investigación que se desarrollan actualmente en el ámbito nacional, regional y local".




Como resultado, contamos con la participación de 25 ponentes (5 Nacionales y 21 Locales), quienes compartieron experiencias y resultados de investigación en el área. Además de las Facultades y Escuelas de Bibliotecología del País, contamos con la participación de investigadores de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, de la Universidad EAFIT y del Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología.




En cuanto a la participación de nuestros colegas nacionales, se realizó un foro sobre el desarrollo de la investigación en las Escuelas y Facultades de Bibliotecología de Colombia con la participación de Carlos Alberto Zapata (Universidad de La Salle), Liliam Cárdenas (INPAHU), María Cristina Betancur y María Teresa Múnera (EIB Universidad de Antioquia) y Marina Rodríguez (Pontificia Universidad Javeriana); además, contamos con otros ponentes nacionales como Ruth Elena Vallejo (Universidad de la Salle) y Diana Usgame (Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología).




Tambien en el Encuentro pudimos desarrollar una amplia discusión en tres mesas de trabajo sobre: "Cooperación Interinstitucional para la Investigación", "Terminología y Conocimiento Especializado" y "Metodología de la Investigación en Bibliotecología", coordinados por nuestros colegas y profesores Rocío Herrera Cortés, Carlos Arturo Montoya Correa y Hernando Lopera.




Es necesario resaltar, especialmente, el trabajo de investigación que se desarrolla en la Escuela Interamericana de Bibliotecología reflejado en el Encuentro con la presentación de 11 trabajos de investigación financiados por instituciones como la Universidad de Antioquia, COLCIENCIAS, RITERM, la Universidad de Colima, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Centro de Investigaciones en Ciencia de la Información.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Congreso Nacional de Bibliotecología y Ciencias de la Información







Hace poco, varios de mis compañeros profesores de la Escuela Interamericana de Bibliotecología, participamos en el IX Congreso Nacional de Bibliotecología y Ciencias de la Información y XII Encuentro Nacional de Bibliotecas Públicas, en la ciudad de Armenia, Quindío. Mis compañeros y yo llevamos al Congreso las siguientes ponencias:
"La biblioteca como espacio educativo para la formación ciudadana" (Prof. Yicel Nairobys Giraldo), "La gestión del conocimiento en las unidades de información" (Prof. Guillermo Correa) y "Las TIC y el acceso a la información en la biblioteca pública: avances de investigación" (Prof. José Daniel Moncada).
Reconocemos y celebramos el esfuerzo y la dedicación de instituciones como ASCOLBI (Asociación Colombiana de Bibliotecólogos y Documentalistas) y la Biblioteca Nacional de Colombia por la organización de este Congreso. Apropósito (...) siempre había querido ser ponente del Congreso Nacional de Bibliotecólogos y POR FIN... Pero también es necesario decir que nuestros encuentros académicos, en general, se basan en la comunicación de experiencias y asuntos pragmáticos que, en ocaciones, dejan de lado la reflexión académica que tanto nos hace falta. Es un tanto extraño proponer en un evento las reflexiones de un investigación formal y encontrarse con un desconcierto general y una pregunta frecuente: ¿y... eso para que sirve?. pues yo creo que no hay que olvidar que los referentes teóricos que proporciona la investigación son el orden necesario no solo para el análisis conceptual y teórico sino para dar control a las practicas de intervención social, es decir, que la teoría precede a la practica, aún cuando no exista una relación necesaria entre las dos, aún cuando la realidad social pueda actuar por fuera de referentes y presupuestos teóricos, pero esta relación, en total, representa la búsqueda permanente de la investigación científica.
En una semana (29 y 30 noviembre) estaremos realizando en nuestra Escuela el III Encuentro Nacional de Investigación en Bibliotecología y Ciencia de la Información. Aquí reflexionaremos dos jornadas sobre la investigación bibliotecológica; esperemos unos esultados satisfactorios con la ayuda de la comunidad bibliotecológica nacional.

CLÁSICOS - CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN

Pocos bibliotecólogos, documentalistas, archivístas, museólogos y, en general, quienes ejercemos las ciencias de la información, reconocemos con facilidad a los autores clásicos de nuestras disciplinas, menos aún su trabajo académico e intelectual. Esta situación resulta ser bastante inusual, toda vez que cualquier sociólogo podría decirnos con claridad quien es Emile Durkheim o Marcel Mauss, o cualquier historiador quien es Leopold Ranke o Marc Bloch o Eric Hobsbawm. Lamentablemente pocos bibliotecólogos podrían responder con solvencia sobre el trabajo académico de BRIAN VICKERY, DOUGLAS FOSKETT, ERIC COATES O JACK MILLS, para mencionar los más conocidos autores del Classification Research Group de Inglaterra.
Quienes se encuentren con nombres como: MORTIMER TAUBE, MINNIE EARL SEARS O HENRY EVELYN BLISS, se imaginaría cualquier cosa, excepto que debido a estos clásicos norteamericanos, tenemos la indización coordinada (Studies in coordinate indexing), los encabezamientos de materias, sistemas de clasificación que, actualmente, no reconocemos en nuestras prácticas profesionales ni en nuestra reflexión histórico - epistemológica, para mencionar apenas algunos casos.
A continuación dejo algunos datos de los mas reconocidos clásicos de la bibliotecología y la documentación y, como dato curioso, sus fotografías, que estoy completamente seguro la mayoría había visto jamás. Dejo apuntes sobre PAUL OTLET, HENRY LAFONTAINE, MELVIL DEWEY, CALVIN MOOERS, CHARLES CUTTER, RAMAMRITA RANGANATHAN. Espero que quienes tengan información complemetaria, comentarios u otras biografías las hagan llegar.

SHIYALI RAMAMRITA RANGANATHAN


Nació en Madrás, India, en 1892 y falleció en la misma ciudad en 1972. Obtuvo el título de matemático en el Christian College de Madrás y un Master en el College of Saidapet. De 1917 a 1924 fue profesor de matemática tanto en la enseñanza media como en la universitaria. En 1924 fue designado Director de la Biblioteca de la University of Madras y, convencido de que la matemática no le capacitaba para dirigir una biblioteca, se trasladó a Londres, Inglaterra, donde completó su doctorado (Ph.D.) en Bibliotecología en la University College School of Librarianship.
De regreso en su país, retomó el cargo de Director de la Biblioteca de la University of Madras, que desempeñó hasta 1944 en que fue nombrado Director de la Biblioteca de la University of Benares. Fue Profesor de Bibliotecología en la University of Benares (1945-1947), en la University of New Delhi (1947-1955), en la University of Vikram (1957-1959), en el Documentation Research and Training Center de Bangalore, fundado por él (1962-1964), y de nuevo en la University of Madras (1962-1972).
En el área de la clasificación escribió dos obras fundamentales: a) Elements of library classification y b) Prolegomena to library classification, de la que se publicaron tres ediciones (1937, 1956, 1967) y en la que explica sus ideas sobre el análisis por facetas, considerándose como su obra magna.
Durante su permanencia en Londres, Ranganathan participó en un Ciclo de Conferencias sobre Clasificación dictado por W.C. Berwick Sayers y debido a su insatisfacción con CDD y CDU decidió la creación de un nuevo esquema de clasificación universal. Luego de varios años de experimentación en la Biblioteca de la University of Madras, publicó la primera edición de la Colon classification, a la que seguirían otras cinco ediciones bajo su dirección (1933, 1939, 1950, 1952, 1957, 1960). Esta obra sería continuada con una 7a edición, posterior a la muerte de Ranganathan, dirigida por el Prof. M.A. Gopinah, con el apoyo intelectual del Documentation Research and Training Center y financiero de la Sarada Ranaganthan Endowment, una fundación creada por el propio autor de la Colon classification para el desarrollo de la Bibliotecología.
Ranganathan vivió una vida ascética, dedicando las utilidades obtenidas de sus libros a crear y mantener su fundación y aunque fue tentado a ejercer en países desarrollados, particularmente en Gran Bretaña, permaneció en India, donde se convirtió en un pionero y un líder de la profesión. Escribió numerosos libros y artículos de revistas sobre distintos temas, entre los que se destacan sus famosas cinco leyes de la Bibliotecología:
Los libros son para usarse
Los libros son para todos; cada lector su libro
Cada libro su lector
El tiempo del lector debe economizarse
La biblioteca es un organismo en crecimiento

CALVIN NORTHRUP MOOERS


Nació en Minneapolis, Estados Unidos, en 1919 y se graduó como matemático en la University of Minnesota en 1941. Casi de inmediato se incorporó al Naval Ordnance Laboratory en el que se desempeñó hasta poco después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Mientras cursaba estudios de posgrado en el Massachusetts Institute of Technology, desarrolló el conocido sistema Zatocoding, que el propio Mooers describió en estos términos: "no era electrónico, sino mecánico; era digital, podría llamarse un sistema basado en el conocimiento; era un aparato selector; automático, en otras palabras, manejado por un motor [...] Zatocoding usaba una serie de tarjetas con muescas especiales. Cada muesca era un descriptor que representaba información en el documento al que se refería [...] los bibliotecarios se opusieron. Yo estaba describiendo una operación que reemplazaba a los bibliotecarios humanos vivos. Esto era contrario a su idea vitalista. Ellos creían que era necesario un cerebro humano para realizar tal selección. Yo trataba de demostrar que se podía hacer mecánicamente. ¡Lo hice y funciona!". Sin embargo, a pesar de tanto entusiasmo, los sistemas informatizados de recuperación de información aún no han logrado desplazar al indizador humano.
Mooers fue el primero en concebir la creación de un tesauro y a él se deben tanto el concepto recuperación de información como la llamada Ley de Mooers, de gran actualidad pese a su formulación en 1959, según la cual un sistema de recuperación de información tiende a no ser utilizado cuando el proceso de obtener información le resulta al usuario más doloroso y problemático que no tenerla. Fundó la empresa Zator Company y trabajó activamente en otros desarrollos con distinto éxito, pero finalmente debió declararse en bancarrota. Falleció en 1994.

CHARLES AMMI CUTTER


Nació en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, el 14 de marzo de 1837. Desde los 10 años ayudaba a su tía Charlotte que era bibliotecaria de la Cambridge Town Library, actividad que al parecer influyó en sus decisiones futuras. Su familia le había destinado a una carrera de clérigo y por este motivo en 1860 se graduó en la Harvard Divinity School; predicó durante unos meses sin ordenarse y ese mismo año se unió al equipo de catalogadores del Dr. Ezra Abbott de la Biblioteca de Harvard. En 1868 Cutter ingresó como Bibliotecario Jefe en el Boston Athenaeum, cargo en el que permaneció durante 25 años, compilando un extenso catálogo diccionario impreso con cerca de 250.000 registros. En 1893 se hizo cargo de la dirección de una nueva biblioteca pública, la Forbes Library, que habría de convertirse en un modelo de avanzada en su época; en ella conformó una colección de libros, obras pictóricas y música, y estableció servicios especiales para los niños.
En 1876 llevó a cabo una investigación sobre el estado de la catalogación en las bibliotecas estadounidenses, patrocinada por el U.S. Bureau of Education. El informe de este trabajo abarcó cuatro volúmenes, en el último de los cuales incluyó sus famosas Rules for a dictionary catalog, de las que se publicaron cuatro ediciones, siendo la última de 1904. Las 31 reglas dedicadas a la redacción de epígrafes o encabezamientos de materia normalizaban por primera vez el control del vocabulario y han sido la base de todas las listas compiladas en Estados Unidos (ALA, LCSH, Sears) y los países hispanohablantes. También compiló un sistema de clasificación, ingenioso pero poco exitoso, denominado Expansive classification y diseñó la conocida tabla de notaciones externas cuya finalización le encomendó a Kate Sanborn (Tabla de Cutter-Sanborn), utilizada para construir la signatura librística o número de autor.
En 1876, Cutter participó en la fundación de la American Library Association (ALA) y en su primera Reunión Anual, en la que se desempeñó como coordinador de la sección de catalogación. Fue presidente de ALA durante dos años y desde 1881 hasta 1893 ocupó el cargo de Director de la revista Library journal. Tanto en la asociación como en la revista se enfrentó reiteradas veces a Melvil Dewey, defendiendo una visión más igualitaria del rol que debía cumplir ALA. Cutter falleció el 6 de septiembre de 1903.

MELVIL DEWEY


Nació en Adams Center, Nueva York el 10 de diciembre de 1851, siendo el menor de cinco hijos de la familia de un zapatero, oficio que ejerció en su infancia. Desde pequeño se destacó en matemática y a los 17 años aprobó los exámenes de Magisterio. Su nombre completo era Melville Louis Kossuth Dewey, pero lo cambió legalmente en la edad adulta; fanático de la fonética, durante un tiempo escribía su apellido como Dui. A los 19 años ingresó en el Amherst College, donde se graduó en 1874 y como tenía que trabajar para pagar sus estudios fue empleado en la biblioteca de esa universidad (3,6,7,9).
Es considerado uno de los pioneros de la Bibliotecología moderna, ya que a su iniciativa se debe la fundación de ALA en 1876 (la primera asociación profesional de bibliotecarios que hubo en el mundo), la edición de Library journal también en 1876 (la primera revista de la especialidad) y la creación de la Columbia University School of Library Economy en 1887 (primera escuela universitaria de Bibliotecología). En 1876 fundó el Library Bureau de Boston; en 1883 fue designado Bibliotecario Jefe de la Columbia University y más tarde Director de Bibliotecas del Estado de Nueva York. En 1897 representó a su país como delegado a la International Library Conference celebrada en Londres. Fue secretario de ALA desde 1876 hasta 1890 y su presidente entre 1890 y 1893, pero más allá de estos cargos, ejerció una tremenda influencia sobre la asociación durante treinta años hasta su retiro en 1906. Aparte de la Bibliotecología, fue un promotor del sistema métrico decimal y de la reforma ortográfica de su país.
A los veintiun años y siendo bibliotecario auxiliar del Amherst College, comenzó a diseñar su sistema de clasificación. En un artículo publicado en 1920 sobre la creación de CDD, Dewey expresaba (10):
"Al visitar más de 50 bibliotecas, me quedé asombrado por la falta de eficiencia, la pérdida de tiempo y dinero en la constante recatalogación y reclasificación que se necesitaba para el sistema fijo, de uso casi universal, donde un libro era numerado de acuerdo con la habitación, el estante y el entrepaño particular, en el que podía ser ubicado ese día, en vez de hacerlo por la clase, división y sección a las que pertenecería ayer, hoy y siempre. Luego estaba la extravagante duplicación de trabajo que implicaba examinar cada libro para su clasificación y catalocación en cada una de mil bibliotecas, en vez de hacerlo una sola vez en algún lugar centralizado".
Después de revisar distintos sistemas de clasificación, eligió como base el esquema de Bacon invertido ideado por W.T. Harris para la St. Louis Mercantile Library y lo amplió sustancialmente. Obscesionado por encontrar un medio que le permitiera liberar a los libros del estante, un día domingo, mientras asistía a un servicio religioso en la capilla de Amherst, concibió la idea de la notación decimal que ubicaba cada documento en relación con el resto de la colección y no con el espacio físico que ocupaba. Por último agregó un índice que serviría de nexo entre la notación y el esquema, completando así los tres elementos constituyentes de todo sistema de clasificación bibliográfica: el esquema, la notación y el índice alfabético. En 1876 se presentó en la Primera Reunión Anual de Bibliotecarios de Estados Unidos, realizada en Filadelfia, como un folleto anónimo titulado Classification and subject index for cataloging and arranging the books and pamphlets of a library, que con los años se convertiría en el Dewey decimal classification system (CDD).
La clasificación tuvo un éxito inmediato y aseguró su amplísima difusión cuando Library of Congress incluyó la signatura de clase con CDD en sus fichas impresas. Dewey fundó entonces una empresa, la Forest Press Inc., para gestionar todas las ediciones de CDD en cualquier idioma. A su muerte, Forest Press pasó a sus herederos y en 1988, debido a dificultades económicas, fue adquirida por OCLC. Hoy en día CDD se utiliza en el 95% de las bibliotecas públicas de Estados Unidos, 25% de las universitarias y 20% de las especializadas, así como en más de 200.000 bibliotecas de 135 países y ha sido traducida a 30 idiomas (2-4, 9).
Aunque exitoso en la vida profesional, su carácter autoritario y sus ambiciones personales le depararon serios problemas en varias instituciones en las que trabajó y le enfrentaron con algunos colegas, entre ellos Charles A. Cutter. Por su antisemitismo fue forzado a renunciar como Director de las Bibliotecas del Estado de Nueva York y con frecuencia prefería contratar a bibliotecarias mujeres porque les pagaba menos sueldo; se cuenta también que más de una secretaria de ALA debió sufrir sus acosos sexuales. En 1906 se retiró a vivir en Florida, donde falleció el 26 de diciembre de 1931 (9).